El tractament de l’aigua va ser una qüestió cabdal per a la vida en les ciutats romanes. Expliqueu, en quinze línies com a mínim (unes cent cinquanta paraules), les diverses maneres que els romans tenien per a assegurar el subministrament d’aigua a una ciutat i referiu-vos explícitament als aqüeductes (definició, motius de la seva construcció, descripció, nom i funció de les parts de què consten, requisits tècnics per a un bon funcionament, etc.). Igualment, digueu com asseguraven l’evacuació de les aigües residuals de les ciutats. Esmenteu com a mínim tres ciutats de Catalunya o de la península Ibèrica que conservin restes d’un aqüeducte.
Roma fue indudablemente una civilización del agua.Es cierto que en las ciudades griegas se construyeron sisteikmas de túneles, galerías o cisternas. Fueron uno de los máximos ejemplos de las grandes obras públicas, que los romanos consideraron siempre prioritarias.
No todas las ciudades romanas disponían de acueductos,
Los acueductos se crearon para atender todas estas necesidades. Cuando se menciona la palabra acueducto pensamos de inmediato en las impresionantes construcciones de Segovia, Mérida o Tarragona, por limitarnos a España. Pero las arquerías monumentales eran sólo una parte del sistema de abastecimiento hidráulico, cuyo objetivo era traer el agua desde fuentes y manantiales que podían hallarse a más de 50 kilómetros de distancia.Sin embargo, en su mayor parte la conducción de agua se hacía por canales subterráneos o a ras de suelo.
Los acueductos se crearon para atender todas estas necesidades. Cuando se menciona la palabra acueducto pensamos de inmediato en las impresionantes construcciones de Segovia, Mérida o Tarragona, por limitarnos a España. Pero las arquerías monumentales eran sólo una parte del sistema de abastecimiento hidráulico, cuyo objetivo era traer el agua desde fuentes y manantiales que podían hallarse a más de 50 kilómetros de distancia.Sin embargo, en su mayor parte la conducción de agua se hacía por canales subterráneos o a ras de suelo.
Abastecer a la Urbe
Roma llegó a tener doce acueductos, el más antiguo de los cuales era el Aqua Appia cuya construcción fue debida a Apio Claudio el Ciego y se inauguró en el año 312 a.C. con un recorrido de más de 1,6 kilómetros. Se calcula que Roma llegó a disponer de un millón de metros cúbicos de agua al día para cubrir las necesidades de una población en constante aumento y para alimentar las once grandes termas, los aproximadamente 900 baños públicos y las casi 1.400 fuentes monumentales y piscinas privadas.
Para la gestión de las aguas residuales, las ciudades contaban con una completa red de alcantarillado.
La construcción de un acueducto, desde su captación hasta su punto de distribución final, era una empresa costosísima y una de las obligaciones que tenían que afrontar las ciudades, que se enorgullecían de ello. Por lo que sabemos, la financiación de estas obras era a la vez pública y privada. En ocasiones, los acueductos eran sufragados por grandes personajes y por lo general las obras se llevaban a cabo durante el ejercicio de sus funciones políticas.
Para la gestión de las aguas residuales, las ciudades contaban con una completa red de alcantarillado.
La construcción de un acueducto, desde su captación hasta su punto de distribución final, era una empresa costosísima y una de las obligaciones que tenían que afrontar las ciudades, que se enorgullecían de ello. Por lo que sabemos, la financiación de estas obras era a la vez pública y privada. En ocasiones, los acueductos eran sufragados por grandes personajes y por lo general las obras se llevaban a cabo durante el ejercicio de sus funciones políticas.
Una empresa titánica
Hay pocos testimonios directos del proceso de construcción de un acueducto. Un nutrido grupo de trabajadores especializados o aquarii, palabra que podríamos traducir como fontaneros, se encargaba del buen funcionamiento y limpieza de los acueductos. Estos técnicos estaban al frente de un servicio de reparaciones y limpiaban sistemáticamente los canales para evitar las obstrucciones y el empeoramiento de la calidad del agua; para ello, el canal por el que circulaba el agua estaba siempre cubierto y se instalaban regularmente albercas llamadas piscinae limariae para decantar las impurezas.
Acueducto Merida
Acueducto Tarragona
Acueducto Segovia
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